 |
Caricatura de la época donde se ridiculiza a Whitelocke |
|
Tras los fracasos de sus acciones armadas, que envalentonados por la famosa batalla de Trafalgar en 1805, donde pasaron a ser los reyes del mar, (al destruir a la flota española, peleando para Napoleón), lanzaron sobre Buenos Aires, (1806 y 1807), las mentes iluminadas inglesas comenzaron a pergeñar sus nuevos planes de dominio, evitando el hacerse cargo de los territorios, gobiernos y sus pueblos hostiles, como es el claro ejemplo del Vireinato del Río de La Plata. La cancillería inglesa cambió de estrategia y el famoso estratega de las invasiones, William Pitt quien fuera ministro de hacienda y primer ministro de Carlos III, protagonista de la expansión imperial desde 1783 a 1806, dejó su lugar en la simpatía real, por otro iluminado que previó la imposibilidad de dominio de las colonias americanas bajo el poder español, desde lo militar y el dominio territorial. La solución era la de realizar un trabajo de inteligencia en búsqueda de traidores, que sirvieran a la causa de Inglaterra y apoyar su encumbramiento en el poder. Lord Castlereagh ministro de guerra del nuevo gobierno británico asumido en abril de 1807 presentó al gabinete un informe: el famoso “Memorial”, con un cauteloso análisis de la situación y nuevos planes sobre la política del Reino Unido en el Río de la Plata. Castlereagh, ante la evidente resistencia de los pueblos americanos contra el invasor, llega a la conclusión no muy extraordinaria, “Que no existía el propósito de la independencia de las colonias españolas”. Equivocada apreciación, ya que lo que en verdad no existía, era intención de cambiar de dueño. Y no todos eran tan enamoradizos como Mariquita Sanchez, para recibir con los brazos abiertos al invasor, la raiz española de nuestro pueblo, hizo que heredara el amor sagrado por su tierra y la garra de defenderla con sus vidas, sin pensar quien es el enemigo ni que poderío tenga.
 |
Mina La Mejicana en Famatina La Rioja |
Al no interpretar esto, buscó los culpables en la propia errónea planificación inglesa y sus enemigos políticos del momento, sostuvo “No me extraña la actitud de la población de Buenos Aires de resistir al invasor, porque ni siquiera se intentó asegurar que la colonia no sería devuelta a España, en el caso de una eventual paz con Inglaterra”. Ante la realidad de una imposible conquista, consideró que lo mas viable era mantenerse en las sombras, seguir viviendo del comercio ilegal o contrabando como hasta el momento y abandonar las acciones militares, ya que era evidente que no se podía realizar el doble papel de “Libertador” y aliado con España, ya que la amenazante presencia de Napoleón obligaba a una inminente alianza para defender sus intereses en Europa. De cualquier manera, se mantuvieron a la espera del resultado de la denominada segunda invasión para tomar una decisión final. Es conocido el desastre y la deshonra para la corona que ocasionó la misión de John Whitelocke, a tal punto que a su vuelta a Inglaterra fue juzgado y degradado por impericia militar, pero esto es otra historia. El punto a desarrollar es que queda determinado que eran más conveniente los tratados o el comercio ilegal, que las acciones militares. 1825 fue el año clave para el inicio oficial de estas invasiones silenciosas: se firma el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Las Provincias Unidas del Río de La Plata y el Reino Unido…”; George Canning fue el héroe del fraude y el engaño que suplantó la falta de verdaderos héroes, que nunca tienen quienes se ocupan de rapiñar lo ajeno. Por supuesto, para un inglés, estos héroes son los que valen, los otros no dan dinero ni posesiones. Es destacable que nunca un tratado se puede realizar si no encuentran a los traidores útiles a sus causas y a las propias personales. En este caso, bajo la sombra de Rivadavia, el ministro plenipotenciario de Las Provincias Unidas del Río de La Plata, José García, es el encargado de firmar el tratado (Para que no nos tome desprevenidos, en realidad solo lo nombran ministro algunos pocos personajes de la Provincia de Buenos Aires, el resto del País permanecía completamente al margen.
 |
Monumento y mausoleo a B. Rivadavia, Plaza Miserere BsA |
No podemos ni imaginar a un Facundo Quiroga regalando las minas de Famatina a los ingleses, de la River Plate Mining Company. Este personaje, (Canning) escribía en 1824: “La cosa está hecha; el clavo está puesto, Hispanoamérica es libre; y si nosotros no desgobernamos tristemente nuestros asuntos, es inglesa”. Para los partidarios de ocultar la verdadera historia este tratado es tomado como un triunfo nacional, porque consigue el primer reconocimiento de independencia a un país de Sudamérica por parte del Reino Unido. El tratado es directamente tragicómico se adjunta para su análisis en el blog, pero para dar una muestra, iguala los derechos de navegación para las naves de ambas naciones. Hagamos el ejercicio de pensar en una embarcación nacional de la época, comerciando cueros en el Tamesis o un empresario invirtiendo en Londres y así podemos elegir entre llorar o reírnos. Pero la traición y la avaricia no tienen límites, todo es válido, y si además lo disfrazamos en la historia como grandes actos de patriotismo y en honor a quienes nos roban, tenemos monumentos y nombres de calles. Se cierra el círculo del engaño. Por eso molesta el tema Malvinas y se trata de pasarlo al olvido, porque da lugar al recuerdo y el replanteo de “La Historia Oficial”. Se mencionó a personajes nefastos de nuestra historia, como García y Rivadavia, pero es obvio que esta afirmación se presta a confusión: está lleno de homenajes e increíbles monumentos. En la visión general, ante tantos reconocimientos es fácil pensar que han sido de “los buenos”. Dado esto es que le dedico una breves palabras a Bernardino Rivadavia, que por testamento dejó establecido que no quería ser traido al País luego de su muerte, prefería que su tumba fuese en Europa.Ya pudieron observar el monumento que tiene en su honor, que costaba hacer su voluntad y que quedara en donde el tanto amó y reconocían sus virtudes de hombre adelantado en su tiempo, entiendasé traidor a la Patria. “Primer presidente de La Nación” reconocimiento este que no pasó los límites de la ciudad de Buenos Aires pero que pasa la historia, hasta cuando se refiere el cargo máximo de nuestro país; y todavía se menciona al ocupante “del sillón de Rivadavia” para hablar del cargo de Presidente de La Nación, Inclinándose hacía una ofensa más que a un honor.
 |
José García |
Don Bernardino, esposo de la hija del virrey del Pino, de la mas rancia aristocracia con aires de nobleza porteña, aparece en nuestra historia desde muy temprano: ya en Mayo se lo incluye. Pero pasa a tener papeles importantes en el Primer triunvirato: es nombrado Secretario de Gobierno y Guerra. Recordemos que este triunvirato fue derrocado por sospechas de traición a la causa de mayo por el propio San Martín en la revolución del 8 de octubre de 1812. Pero quienes acostumbran a moverse en las sombras no se alejan, solo se agazapan para poder volver a saltar cuando la ocasión lo permita. Esto ocurre con don Bernardino que, al poco tiempo lo tenemos actuando de nuevo; solo a los dos años, el Director Supremo Gervasio Posadas, le encargó en 1814 junto a Manuel Belgrano una misión diplomática en Europa, con el objeto de obtener apoyos para la revolución. La misión no tubo mucho éxito, en realidad fue un fracaso. Belgrano regresó en 1816, pero Rivadavia permaneció en Londres hasta 1820. Se contactó con círculos intelectuales, políticos y económicos de España e Inglaterra que le aportaron importantes contactos que le serían muy útiles en los años venideros. Martín Rodríguez fue nombrado, en abril de 1821, gobernador titular de Buenos Aires con "Facultades extraordinarias sin límite de duración" y "Protector de todos los derechos y conservador de todas las garantías". Designó a Bernardino Rivadavia como Ministro de Gobierno. Su propuesta, muy patriótica, decía que "La provincia de Buenos Aires debe plegarse sobre sí misma, mejorar su administración interior en todos los ramos; con su ejemplo llamar al orden los pueblos hermanos; y con los recursos que cuenta dentro de sus límites, darse aquella importancia con que debía presentarse cuando llegue la oportunidad deseada de formar una nación." Adoctrinado en Londres por las filosofías de la dominación, como menciona José Pablo Feinmann, el ministro Rivadavia llevó adelante una serie de reformas que intentaron modificar la estructura del estado bonaerense y hasta la relación de éste con el poder eclesiástico, expropiando el cementerio de la Recoleta y otras posesiones de la Iglesia Católica. Hace la famosa ley de presidencia y declara a Buenos Aires capital de La Nación, todas medidas que profundizan la enemistad con las provincias y fomentan la lucha entre hermanos, pretendía desde la gran ciudad educar a los bárbaros del interior, haciendo su voluntad.
 |
Primer Triunvirato, Rivadavia es secretario |
Crea una nueva ley del voto, con el ampuloso nombre de ley del voto universal, establecía que tenían derecho al voto todos los hombres libres nativos del país o avecindados en él mayores de 20 años, pero sólo podían ser elegidos para los cargos públicos los ciudadanos mayores de 25 "Que poseyeran alguna propiedad inmueble o industrial". Esta era la supuesta ley de sufragio universal que discriminaba e impedía la total libertad de los votantes y aspirantes a postularse en algún cargo político. Manuel Dorrego tuvo participación en los debates sobre la ley electoral, entre otras cosas dijo entonces: "...Y si se excluye a los jornaleros, domésticos y empleados también ¿entonces quien queda? Queda cifrada en un corto número de comerciantes y capitalistas la suerte del país…” Aunque permanece bastante oculto en la historia, también tuvo ideas propias de ciencia ficción, como el famoso canal interoceánico, que con total desconocimiento de la geografía de la provincia pensaba que se podía realizar en el sur de la provincia, supuestamente utilizando el Río Colorado y sus afluentes, que en imaginación de Rivadavia llegaban hasta
 |
Martín Rodriguez, Gobernador de BsAs |
Mendoza, navegables, además de los mas de mil kilómetros, en pendiente de cero a 1300 metros de altura, parece que el genio no sabía que estaba la Cordillera de Los Andes en un bloque de 200 kilómetros, con una altura promedio de tres mil metros, esto era progreso y quien se oponía era bárbaro, aunque es una verdadera locura, se destinó fondos para su estudio de factibilidad. A nivel político el daño al país es tremendo, la perdida del Alto Perú, la entrega de Uruguay con una guerra ganada, la separación de Buenos Aires del resto del País y muchas cosas mas, a este hombre, unitario y separatista, se le confía la misión de contratar, en 1824, un empréstito con la firma inglesa Baring Brothers por un millón de Libras. Representante inglés con todas sus letras, el nacimiento de la Casa Baring coincide con la política financiera del Imperio Británico, luego de desaparecido el peligro napoleónico, lo que les permite no gastar en la guerra y volcar las finanzas a crear un mundo dependiente de sus bancos. El empréstito se contrataba con el objetivo de crear pueblos en la frontera con el indio, fundar un Banco, construir una red de agua y un puerto. Los gestores fueron: Braulio Costa, Félix Castro, Miguel Riglos, Juan Pablo Sáenz Valiente y los hermanos Parish Robertson y en su conjunto se llevaron 120.000 Libras del monto total del crédito en carácter de comisión. Descontadas las comisiones de los seis gestores, dos de los cuales eran ingleses, los gastos de emisión y varias cuotas adelantadas, llegaron a Buenos Aires sólo 570.000 Libras, la mayoría en letras de cambio sobre casas comerciales británicas en Buenos Aires propiedad de los gestores del empréstito. Pero la deuda se asumía por el total: 1 millón de Libras.
 |
Bernardino Rivadavia |
El dinero del empréstito, por diversas circunstancias, no se destinó a la construcción de obras públicas como había sido previsto. Se dilapidó en gastos improductivos. Todas las tierras públicas de la provincia quedaron hipotecadas como garantía del empréstito. Rivadavia decidió entonces aplicar el sistema de "enfiteusis" por el cual los productores rurales podrían ocupar y hacer producir las tierras públicas, no como propietarios sino como arrendatarios. El monto del canon que debían pagar al Estado lo fijaban los mismos arrendatarios de manera que terminó siendo insignificante. Los grandes propietarios aprovecharon el sistema de enfiteusis para acaparar enormes extensiones de tierra con el desembolso mínimo que les permitía la ley. Luego terminan por apropiárselas y esto es el origen de los grandes terratenientes argentinos. El empréstito Baring fue la deuda más larga del mundo para Argentina, un cáncer que duró años , se terminó de pagar, unida a refinanciaciones y otras deudas contraídas para pagar la misma deuda, en 1947, unos 120 años después. Perón canceló en ese momento toda la deuda externa, según Jorge Gaggero. Esto le permitió declarar la ’independencia económica’ en la Casa de Tucumán. Así quedaban clausurados simultáneamente los dos grandes ciclos de endeudamiento: el de la Baring y el de la Generación del 80. En resumen y en cifras el empréstito Baring, comprometía al País por una deuda de 1.000.000 de Libras al 6 % de interés anual garantizado con rentas y tierra pública. Del millón de Libras se descontó la comisión del consorcio, intereses y servicios adelantados, quedando en definitiva un saldo de 570.000 Libras, que debía recibir Buenos Aires. por el 1.000.000 que se endeudaba. Cuando el gobierno reclama el envío del dinero, Baring remite 2.000 en monedas de oro, 62.000 en letras de cambio y se escuda en la “prudencia de mandar dinero a tanta distancia”, y se arregla dejar depositado en su banco los 500.000 restantes, pagando 3 % de interés anual. Un negocio leonino que acepta que el dinero pedido, al 6 % se preste al 3 % y al mismo que lo prestó anteriormente y por si todo esto fuera poco, toda la deuda de la Provincia de Buenos Aires pasa a ser de toda la Nación, según la reforma de la Constitución Nacional, luego del pacto de San José de Flores, del 11 de noviembre de 1859
 |
Billete de 4 pesos fuertes con la imagen de García (Pcia de Bs. As.) |
que unificaba el país luego de casi 40 años de soportar a un Buenos Aires que marchó solo, dando la espalda al resto de las provincias. No puede existir algo mas inmoral, “pero la culpa no es solo del chancho, sino de quien le da de comer” Debemos estar atentos para que la historia no se repita, todavía queda algún Rivadavia agazapado, no lo dejemos saltar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario