El 12 de octubre es una de esas fechas que para los historiadores, son muy difíciles de explicar, no por imposibilidad documental o interpretativa, sino por que el trabajo del historiador es también de difusión y en ello está en juego la aceptación o no de su trabajo e inevitablemente el factor comercial aparece, libro que no se vende, no sirve, aparte de su investigación que puede ser de excelencia, no vasta con el reconocimiento de sus pares, el trabajo debe insertarse en la comunidad, que muchas veces no está preparada para la verdad y acciona anteponiendo sentimientos, modas o posturas políticamente correctas, aunque para llegar a esto se interpreten los hechos apartados de de su tiempo y espacio, que la debida objetividad y racionalidad que se debe tener, para que realmente sea una investigación histórica.
El pretender interpretar la historia con los parámetros de hoy, indudablemente nos hará caer en un anacronismo y nos alejara de la verdad. Si en 1492 los conquistadores españoles tuvieran la formación en el respeto humano que pretendemos imponer desde el hoy, sería negar la evolución de la humanidad en tal sentido... Se rectifica, de parte de la humanidad en tal sentido. La plena conciencia actual de lo Derechos Humanos, de la ecología y de la convivencia internacional, si se aplicara efectivamente, impediría los atropellos que vivimos a diario en nuestro mundo, no habría todos los días una invasión a algún país, no se explotaría en países pobres, todo aquello que no se hace en los poderosos, porque contamina o depreda los recursos, no existiría el colonialismo en ninguna de sus múltiples manifestaciones, no existiría un caso Malvinas, no habría pueblos oprimidos ni etnias sometidas. Pero la realidad nos golpea con rudeza, a pesar del pleno conocimiento de lo bueno y de lo malo, de lo legítimo y lo ilegítimo, de lo humano y lo inhumano, nuestro mundo actual, es el ejemplo de lo que no se debe hacer.

Mas adelante, transcurridos 515 años, el 13 de septiembre de 2007, La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, luego de mas de 20 años de negociaciones, en su 61ª sesión aprobó “La Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas” La declaración fue adoptada por 143 de los 192 países representados en el organismo, 11 (once) abstenciones, países que directamente ignoraron la declaración, Azerbaiján, Bangladesh, Bhután, Burundi, Colombia, Georgia, Kenia, Nigeria, Rusia, Samoa y Ucrania. y el voto negativo de Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, Estos países rechazaron enfáticamente el documento especialmente por las disposiciones sobre el derecho a las tierras, los recursos naturales y la preservación ante la depredación de sus hábitat naturales. Cuantas veces hemos escuchamos que estos países son ejemplo de civilización ante el mundo.Ante esto, ¿ Podemos pretender que aquel hombre de 1492, hubiese realizado sus acciones, de la forma que hoy no hemos conseguido que se realicen? Es utópico pensar en tal sentido, no podemos seguir juzgando a Colon y los demás conquistadores, los hechos ya se realizaron, no los podemos volver atrás. Esto no implica negar el pasado ni quita que se estudie con la profundidad que sea necesario y se ubiquen las culpas en quien correspondan, como ejemplo para no cometer errores del pasado y poner en justa balanza el avance de la humanidad, pero no para distraer la visión del hoy, sino lo contrario, para aplicar al hoy.¿Que nos queda, realizar antes que sea tarde ?, seguir apuntando a realizar un juicio a la historia y que cada 12 de octubre lloremos por lo que fue y no podemos cambiar, por que suena bien a los oídos del momento, o nos situamos en el hoy y luchamos por lo que si podemos modificar. No nos puede invadir la hipocresía y querer hacer creer que la explotación de los pueblos, el desconocimiento de los derechos humanos, el avasallamiento cultural, es cosa del pasado.

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