Miércoles, Agosto 23, 2017
MARTES, 22 de agosto 2017.
- Habría tumbas con nombres apócrifos en el
cementerio argentino de Darwin, en Islas Malvinas. Esta conclusión
surge de una larga investigación, en la que se compararon
documentos que registran el armado de la necrópolis militar, en
1983, del coronel británico Geoffrey Cardozo; los listados de la
Cruz Roja Internacional que se desprenden del mismo; y sus
actualizaciones y las fotografías de todas las tumbas.
También, un informe de 609 hojas de la Comisión de Familiares
de Caídos. Junto a traductores especializados, fue un trabajo de
control tumba por tumba durante casi cuatro meses.
El más importante documento es el de Cardozo, de febrero de
1983, y la actualización de septiembre de ese mismo año. Redactado
de manera que se pueda leer en tres partes, la primera detalla
objetivos a cumplir, plan y logística de lo que se llevara a cabo
para el armado del Cementerio. La segunda es un reporte diario del
trabajo de campo, como se ubican los cuerpos, y sus reubicaciones.
En tanto, la tercera y última parte, contiene los listados con
los restos encontrados en cada área, zona geográfica de las Islas,
tumba, número de serie de ataúd. Adjunta mapas, detalla
minuciosamente que restos fueron identificados y en base a qué
elementos, si hay medalla de identificación, numero de cedula
militar o alguna pertenencia que indique esa identificación.
El trabajo del Coronel Cardozo, enviado a las islas a tal efecto,
fue minucioso y prolijo. No hay un solo detalle que se escape a su
análisis. Así se transmitió al gobierno británico y la Cruz Roja
Internacional, que lo informó a la Argentina. Aquellos que solo
tenían número de cédula militar o documento fueron posteriormente
identificados en Argentina, y colocados sus nombres en las placas o
cruces.
Al inicio de esta investigación, Cardozo aseguró en diálogo
con Adelanto 24 que salvo el ingreso de dos restos entre fines del
83 y principios del 84, cuyos número de ataúd son 61 y 221, los
restos del Teniente Miguel Ángel Giménez en el 86 y del Primer
Teniente Eduardo Casco, en 2009, que ya tenía tumba, no hubo ni
exhumaciones, ni identificaciones en el cementerio.
El interrogante surge ante el cruce de información de todos los
listados existentes, las fotografías de todas las tumbas que hoy
tienen placa. Por este material consultamos a la Comisión de
Familiares de Caídos, que preside María Fernanda Araujo, y a la
Asociación de Veteranos de Guerra de Malvinas (AVEGUEMA), ambos
vinculados a las Fuerzas Armadas. Respondieron que no existirían
otros materiales para analizar. Esto se hizo para descartar que
hubiese ingresos registrados fuera de nuestro alcance.
Hay dos tumbas con más de un cuerpo. En una de ellas, con
detalle preciso, 1 NN más tres restos, sin elementos
identificatorios, procedentes de un lugar determinado donde cayeron
en combate. Hoy, y no sabemos desde cuándo, esa tumba tiene cuatro
nombres de 3 soldados que murieron en otras locaciones y uno en la
que señala el informe. Son de distintas fuerzas.
Claro está, no hay manera posible de explicar esto. Sus nombres
se reservan a un eventual pedido de la Justicia, si lo hubiera,
porque sus familias no lo sabrían.
Consultado al respecto por Adelanto 24, Cesar Trejo, ex
presidente y referente de la Comisión de Familiares de Caídos, sus
respuestas son esquivas, no sabe y dice que de haber ocurrido eso,
deberá haber una investigación, que la culpa es de lo que hicieron
los británicos en el 83 o lo que hace la Cruz Roja ahora, que nunca
los participaron.
Cabe aclarar que esta comisión se negó sistemáticamente a las
identificaciones y que Geoffrey Cardozo no se comunicó con ellos
sino con la Fundación No me Olvides, que si bregaba por ellas.
Aunque esta comisión es la responsable del cementerio y, de hecho,
guardan en custodia las cruces del primero, modificado en 2004 por
obra de Eduardo Eurnekian, en un galpón de Aeropuertos Argentina
2000 en Ezeiza.
Incluso, las han exhibido públicamente en algunas oportunidades.
Sería sencillo poder comparar las tumbas identificadas con aquellas
viejas cruces, pero eso es algo que escapa a esta periodista.
Adelanto 24 también se contactó por este tema con Sebastián
Socodo, responsable argentino de cuidar el cementerio, que vive en
Malvinas. Dijo que no tenía registros de lo que había dentro de
Darwin, lo que de ser cierto, es peligroso, porque no podría
controlar actos de vandalismo o cambios de placas.
AVEGUEMA, por su parte, reconoce estas irregularidades como
“errores no forzados, cometidos desde el continente, que deberán
enmendarse luego de que termine el proceso de las identificaciones”.
Vale recordar que el proceso se inició hace poco más de una semana
en Malvinas.
Hay otras tres tumbas, que aparecen como “vacías” en los
listados e informes y que también están nominadas con placas, no
habiendo podido acceder al registro de ingreso de esos restos desde
el 83 hasta hoy. Y comparadas con la información oficial del
Ministerio de Defensa de la República Argentina, también arrojan
diferencias.
El resultado de esta investigación ha sido informado a la Sede
Regional de la Cruz Roja Internacional, en la persona de Sandra
Lefcovich, quien respondió haber derivado el tema al área
correspondiente. También ha sido informado el Secretario de
Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, sin haber podido
tener constancia de que leyera el informe, no ha respondido la
consulta telefónica. Se informó a Laurent Corbaz, que trabaja hoy
en la Misión Humanitaria de identificación en Malvinas, por el
Comité Internacional de la Cruz Roja. Julio Aro de la Fundación No
Me Olvides, con quien hemos intercambiado información, y sostiene
no conocer con que listados se está trabajando. Y por supuesto se
informó a Geoffrey Cardozo.
El único que respondió con preocupación fue el CECIM, centro
de ex combatientes de Malvinas, que había logrado por una
presentación judicial pidiendo las identificaciones, que el Juzgado
del Doctor Julián Ercolini, admitiera y dictara la orden para que
el estado instrumente lo necesario para que se solicite la
identificación de los NN de Darwin.
Tal vez todo deba ser secreto, pero podría haber familias que se
pierdan la oportunidad de que sus seres queridos sean identificados,
puesto que al no ser los nombres que están en esas tumbas, pueden
estar mezclados con los 123 sin identificar y habría muestras que
no se crucen con ningún resto.
Mucho se ha dicho de las tumbas de Darwin, se ha asustado a
familiares para que no hagan las extracciones para cruzar ADN con
restos, se les ha mentido diciendo que sus familiares están en
fosas comunes en cualquier lugar. El informe de Geoffrey Cardozo da
fe y rigurosidad de que esto es una mentira, de aquellos que no
quieren las identificaciones, y estas tumbas con placas y nombres
que no corresponden, pueden ser una explicación a esos hechos.
La identificación de los muertos en combate es un derecho
amparado en el derecho internacional humanitario. Mientas en la
Argentina se pelea por la denominación de los no identificados, hay
que recurrir al derecho internacional, y comprobar que NN, NK en
Ingles, o desaparecido en acción o en combate, son las
denominaciones que deben usarse.
No somos optimistas en que haya otros acuerdos, el momento de
pedir explicaciones a quien corresponda es ahora.
Fuente: El Malvinense, Usuahia, Tierra del Fuego, Argentina
El Fueguino, Diario, elfueguino.com.ar Rio Grande Tierra del fuego Argentina
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