Ultima foto del "Crucero A.R.A. Gral. Belgrano" anclado en Ushuaia |
Ubicación del Crucero al momento del ataque |
Rescate de balsas desde el aviso Gurruchaga |
En este
contexto, será imposible convivir en este mundo, no nos extrañemos de las
rebeliones, y de las luchas de los sometidos, porque en su mayoría los
poderosos los obligan, hasta cuando sostendrán Malvinas, hasta cuando seguirán desterrando pueblos, hasta cuando “defenderán” estados, eso sí. si tiene riquezas para asegurarse el cobro de
su acción , hasta cuando gran parte del
mundo morirá como consecuencia de la explotación de los poderosos, hasta cuando
quienes se planten ante la injusticia, serán enemigos de la humanidad y quienes
lo someten y matan serán los salvadores del orden mundial.
Una balsa en la inmensidad |
Este es el relato original de la última hora del Belgrano,
hablan sus protagonistas:
Día 2 de mayo entre las 16 y 17 horas
Hora16:00
“Continuaba
el fuerte viento y los nubarrones se teñían de oscuro. El pronóstico
meteorológico era malo para las 12 hs siguientes. Nos encontrábamos realizando
relevos de guardia de crucero de guerra y para los que habían terminado su
turno les esperaba el merecido descanso, después de toda una noche cubriendo
combate. La merienda en el comedor estaba en su apogeo y la cantina, ubicada en
ese mismo recinto había abierto sólo por 15 minutos para comprar lo más
necesario. De manera que en ese lugar y próximo a él, había un buen porcentaje
de tripulantes libres de guardia.”
Hora16:01
“Los
artilleros que tomaron la guardia 33 probaron sus mecanismos y la torre II ya
estaba buscando blancos en el horizonte. Fue en ese momento cuando el buque se
sacudió violentamente. Una poderosa
explosión, seguida del cese inmediato de energía e iluminación paralizó a los
1093 tripulantes. Y cuando parecía que
el buque se elevaba por el aire, se produjo una segunda explosión proveniente
de proa, cuyas consecuencias se vieron claramente desde el puente de comando,
cuando al caer la gran columna de agua, hierros y maderas, se descubrió la
falta de 15 metros de buque.” “Quienes
se encontraban en el comedor -a 10 metros de la primera explosión- vieron que
por un gran boquete abierto en el piso, avanzó una bola de fuego. Los
atravesados por ese aire abrasador, sufrieron quemaduras en partes del cuerpo
no cubiertas y las medias de nailon agravaron las consecuencias al derretirse
sobre la piel. La reacción instintiva de cubrir la cara con las manos, evitó
quemadura en los ojos. No así en el cabello, en orejas y en el dorso de las
manos.” “Inmediatamente comenzó la inclinación a babor y un penetrante olor
acre inundó el aire. Cesó la fuerza motriz y se apagaron las luces. La
generación eléctrica de emergencia se inutilizó.”
Hora16:05
“El
personal que debió controlar las averías no pudo acceder a las estaciones de
reparaciones, por los obstáculos de todo tipo que se les interponían. Los que estaban de guardia en la central de
control de averías, lograron informar sobre la situación en cubiertas bajas y
la evolución en la estabilidad del buque.
Utilizaron una línea de teléfonos directa, que por fortuna era la única
activa. Nada pudieron hacer para
solucionar los daños, pero la información provista ayudó al comando para las
decisiones.” “El personal en el
interior del buque se movilizó hacia la cubierta principal, entre chorros de
vapor y petróleo.”
Hora16:08
“Cada
uno que
llegaba a la cubierta
exterior, se dirigía a las estaciones de abandono asignadas. El buque tenía 72
balsas salvavidas, de las cuales 62 eran las necesarias y el resto eran de
reserva. Las órdenes llegaban a través de simples megáfonos de mano y se
retransmitían gritando lo más alto posible. ”Una imagen retenida aún hoy, es la de quienes
transportaron sobre sus hombros a camaradas heridos y rescatados en un marco de
incendios, inundaciones, enclaustramiento, oscuridad y pedidos de auxilio. Los
médicos y enfermeros sólo podían atender los casos graves y se reservaban las
aplicaciones de morfina.”
Hora16:10
“La
inclinación (escora) aumentó 1° por minuto, por lo que ya teníamos 10° a babor.
El casco se hundía con mayor incidencia de popa, debido a la gran entrada de
agua al espacioso hangar y a la sala de máquinas. Como prevención, se arrojaron
las balsas al agua, que se abrieron automáticamente al caer. Quedaron flotando
al costado sujetas por las amarras.”
Hora16:13
“Se estabilizó la inclinación y creó la esperanza que el buque se
mantendría más tiempo a flote. También contribuyó al acomodamiento mental para
encarar el futuro inmediato, ante la angustia de lo desconocido.
Por la rapidez de los sucesos, algunos llegaron a cubierta
muy desabrigados y se los auxilió con lo que se tuvo a mano, como las mantas de
lana de las camas que se usaron como ponchos.”
Hora16:15
“No
fueron pocos los que bajaron varias veces a las cubiertas inferiores, para
prestar ayuda o buscar a alguien. Nadie
posible de ser socorrido quedó sin asistencia. Por el contrario, algunos dieron la vida
por ofrecer esa maravillosa ayuda. No
es fácil cumplir reglamentos, cuando la emergencia puede obnubilar la mente.
Sin embargo, hasta ese momento no se habían producido reacciones de pánico ni
desobediencia.”
Hora16:18
“La
inclinación de 20° y el petróleo sobre la cubierta, dificultaron el
caminar. Fue necesario aferrarse a la
estructura del buque o de sogas, para no golpearse o caer al mar. Aparte de cuidarse a sí mismos, algunos
debían trasladarse con materiales como radios de emergencia, brújulas,
elementos de situación astronómica, bolsas de sanidad, etcétera. Además de la escora, el casco siguió
penetrando 5 metros en el agua por lo que la cubierta de babor, sobre la que se
inclinaba el buque, estaba a ras de las olas.”
Hora16:20
“El crucero pareció comprender que ya nada podía hacer por los hombres
que tanto lo admiraban y como distendiendo sus músculos de acero, siguió
recostándose. La situación tendió a agravarse y se llegó al punto de no
retorno. Sólo faltaba la orden del comandante para abandonar el buque. Ignorábamos
en ese momento cuántos habían quedado en el interior, pero estábamos seguros de
que nadie ausente en la cubierta principal podría considerarse ya con vida,
dado el nivel de inundación. Repasando cada minuto de los 60 y lo que después
siguió, es oportuno destacar ahora un denominador común en las acciones de los
hombres del ARA General Belgrano.”
Hora16:23
“Las balsas de babor estaban a nivel de la borda y los heridos graves se
agruparon en ese lado para facilitar el transbordo. Las balsas de estribor estaban
estacionadas a varios metros abajo de la borda. Después de la tensa espera no se dio el
milagro esperado y ya no quedó alternativa posible. Paradójicamente, la rápida inundación evitó
que los incendios afectaran las santabárbaras y complicaran más la
situación. Con palabras que seguramente
ningún marino desearía pronunciar jamás, el comandante ordenó ¡Abandonar el
buque!”
Hora16:25
“Los heridos fueron los primeros transbordados a las balsas, en delicada
maniobra. Las escalas, redes, cabos de cáñamo o saltar sobre el techo
reforzado, fueron variantes usadas para llegar a las balsas. Las embarcaciones
pegadas al casco por estribor, encontraron que el viento les dificultaba
despegarse. Y un frágil bote de goma con motor fuera de borda tripulado por
tres hombres, sacó de ese compromiso a varias. Otras balsas fueron arrastradas
hacia la proa destruida y una de ellas terminó pinchándose con las astillas de
acero; los ocupantes debieron tirarse al agua para llegar a otras balsas. En
ese intento cada uno perdió más del 50% de la capacidad motora y la ayuda debió
multiplicarse para izarlos a bordo casi inanimados.”
Hora16:30
“La
escora en implacable progresión descubrió parte de la comba del casco, al
finalizar la maniobra de abandono. La
marejada hizo imposible a partir de ese momento la visión y comunicación entre
las balsas. Algunas quedaron sobrecargadas con 30 personas y otras subocupadas
con no más de 3. Al fin pudimos vernos mejor las caras -dibujadas por la escasa
iluminación- y reconocer en cada uno, el esfuerzo soportado.”
“La popa sumergida y la gran escora, podían estar anunciado una vuelta
campana, que podría formar un vacío y arrastrar al fondo del mar las balsas más
cercanas. Ese riesgo aumentaba minuto a minuto. Gruesos chorros de vapor
escapaban por las aberturas y se escuchaban explosiones, posiblemente por el
contacto del hierro caliente con los 0°C de temperatura del agua de mar.”
Hora16:40
“Cuando ya nada quedaba por hacer a bordo, ni por los hombres ni por el
buque, el comandante se arrojó al agua. Previo a ello lo hizo un suboficial,
que permaneció con el comandante hasta el último momento. Ambos nadaron hasta
un grupo de balsas, que los aguardaban con el riesgo de ser absorbidas por el
gran vacío que produciría el crucero sobre la superficie del mar, al hundirse.”
Hora16:50
“La escora de 60° prenunciaba el hundimiento. Un denso humo blanco
saliendo del interior aumentaba el dramático momento que se avecinaba. El
rápido avance del anochecer y la disminución de visibilidad parecían querer
ocultar el fin de un gran buque. Ya nadie fuera de las balsas quedaba con vida.
Las preocupaciones y problemas comenzaron a estar confinados dentro de cada
pequeño recinto. La evolución de los heridos graves pasaba a convertirse en un
desafío para quienes compartirían las horas futuras. En varios casos se contó
con la asistencia de un médico o enfermero y en su defecto surgieron los
primeros auxilios aprendidos en las clase”
Hora17:00
“¡Viva la Patria! - ¡Viva el Belgrano!”
“Fueron las voces que se escucharon en ese instante en muchas balsas.
Aquí no había público a quien conmover. Sólo estaban los protagonistas, un mar
casi helado y un viento de temporal cuya virtud fue transportar esos gritos de
amor. La nobleza en la vida de este gran buque, también estuvo ahora presente.
Esperó que se completara el abandono y cuando las 9.000 toneladas de agua que
embarcó en 60 minutos lo tumbaron definitivamente... giró hacia las
profundidades, en un acomodamiento continuado pero suave... y sin afectar
ninguna balsa. ¡Así fue!.”
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