viernes, 2 de mayo de 2014

Crucero ARA Gral. Belgrano



Símbolo de la impotencia ante la prepotencia criminal del colonialismo

       Cuando se cumplen 32 años del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, sigue aún y perdurara por mucho tiempo el sentimiento de impotencia, ante un crimen solo concebido en la amoral mentalidad colonialista del gobierno Ingles, 323 argentinos pagaron con su vida esta acción, que se intentó presentar por el enemigo en declaraciones contradictorias y falsas versiones, con el solo objeto de justificarse ante el mundo por un crimen mas y no perder el carácter falso de victima en la Guerra del Atlántico Sur, manipulado por la diplomacia inglesa, escuchada y reproducida por sus cómplices en el mundo entero.
Las Naciones Unidas y gestores de buena voluntad como el Presidente del Perú, propiciaban una salida negociada al conflicto, por supuesto un gobierno en crisis de credibilidad dentro de su propio país, no se podía permitir, que lo por su política y moral imperial, lo que consideraba una afrenta, tuviera que solucionarse diplomáticamente, por que irremediablemente concluiría, que la solución imparcial, terminaría con lo ya determinado por la ONU, las Islas Malvinas y demás islas del Atlántico sur, “son enclaves coloniales”, y la solución es entregar los territorios usurpados a su justos dueños. Era imperioso emprender una estrategia que alejara esta posibilidad de negociación, mirada incluso en el mismo parlamento ingles como factible. En este camino el 28 de abril de 1982, "el gobierno de Su Majestad declara que a partir del 30 de abril se establece la zona de exclusión total, con los mismos límites que la marítima. Se aplicará no sólo a naves y aviones de guerra argentinos, sino a cualquier tipo de nave o aeronave militar o civil que apoye la ocupación ilegal. Dentro de esa zona será considerada hostil y expuesta a ser atacada". Ya estaba planteada su postura, el único modo de tratar el tema para la primer ministro era el bélico. El fracaso de las negociaciones de enviado estadounidense intentó convencer al gobierno Argentino, que se entregara sin condiciones a las pretensiones inglesas, sin duda, también, despertó desconfianza de su propio aliado, que debía jugar un papel de traicionar los tratados interamericanos y según su “designio divino” de proteger la América toda, Un conflicto bélico, le serviría a Inglaterra para forzar a los EE UU a tomar una posición políticamente inconveniente ante sus pares americanos, pero necesaria par mantener su estatus mundial de aliados incondicionales, aunque sea renegando de sus propias manifestaciones y quedando en claro ante el mundo, que son astillas del mismo palo.
Esta postura bélica debía quedar clara, la oportunidad,se presentó, el submarino nuclear Conqueror el domingo 2 de mayo se ubicó en posición de ataque, el blanco, el Crucero General Belgrano, que navegaba rumbo al sur hacia una estación de espera -lugar donde recibiría la nueva misión- junto a los buques que integraban la escuadra (el Belgrano y los Destructores ARA Bouchard y ARA Piedrabuena). ... -un minuto pasadas las cuatro de la tarde- se escuchó la explosión de un torpedo que había impactado en la mitad del buque”. (sic comandante Elias Bonzo). -Al momento se recibe el segundo impacto y el buque se comienza a inclinar sobre su izquierda.- “Todo sucedió muy rápidamente, pero pareció una eternidad. Cinco minutos más tarde estábamos escorados 15º a babor y aumentando, entonces vi que la situación era desesperada y cuando supe que todo el mundo estaba en su puesto de emergencia, di la orden de abandono del buque. Es la orden más trágica que un comandante ha de dar en su vida...” A las 16:23 se dio la orden de evacuar la nave. Comenzó así la maniobra de abandono. La marejada, dificultó la visión y comunicación entre las balsas, por lo cual algunas quedaron sobrecargadas con 30 personas y otras subocupadas con no más de 3 o 4 hombres, a las 16:50 la escora de 60° preanunciaba el hundimiento, y en 10 minutos el crucero desaparece en las heladas las aguas del Atlántico Sur, aproximadamente en el punto 55º24'0'' latitud Sur y 61º32'0'' longitud Oeste, a mas de 60 millas náuticas de la zona de exclusión impuesta por los ingleses. 1093 tripulantes debían salvar sus vidas, 323 no lo lograron, el resto se dispersó, sobre las aguas a 0º grados y un persistente viento que las arrastró a mas de 160 kilómetros del lugar original.
Estas muertes ante tan injustificado ataque, se intentó explicar de muchas formas y muchos buscaron según su punto de vista o intereses, interpretar lo sucedido, todo quedó sin valor porque es la misma Thatcher, la que describe ampliamente como, “ante el último plan de paz que se siente obligada a considerar, a los fines de garantizar que tras su fracaso los Estados Unidos apoyen la acción inglesa en el Atlántico Sur, pasa el que para ella fue el peor día de la crisis por el temor de que el gabinete de guerra decidiese aceptarlo, porque percibía que eso la obligaría a renunciar. Ante estos relatos, la hipótesis pertinente a este punto no es si, producida el 30 de abril, la declaración norteamericana que pone fin a la mediación High y anuncia el apoyo de los Estados Unidos a Inglaterra, el Belgrano habría sido hundido para terminar con el plan Belaunde, sino si, en la oportunidad, habría sido hundido para terminar con la posibilidad de que surgiese o progresase un plan de paz, cualquiera fuese.”.
Es evidente que no le importa la ilegalidad del hecho, y simplemente lo toma como algo necesario, sin ningún planteo legal o moral.
Es indiscutible, que bajo ningún argumento se pueden justificar, ni el pretendido de “amenaza inminente para la Armada británica” dado que las mismas fuentes inglesas aseguran que el Crucero se encontraba a mas de 460 kilómetros del buque inglés mas cercano y que se dirigía con proa al sur alejándose de la zona de exclusión.
El hecho es fustigado por la propia prensa norteamericana: “La decisión de hundir el Belgrano fuera de la zona de exclusión de 200 millas de bloqueo, constituyó una aguda escalada en la lucha y un cambio abrupto del concepto de uso mínimo de la fuerza” ( New York Time, 17-05-1982)
El hundimiento, es un verdadero hito histórico, análisis este, que será realizado oportunamente, en esta oportunidad, queda demostrado el crimen de guerra. Crimen que incluso una vez realizado se intentó en contra de todas las leyes del mar, de la guerra, de la humanidad toda, dificultar el rescate de los náufragos, a tal punto que el destructor Bouchard debió suspender la tarea, al captarse por radar, que estaba en la mira del submarino enemigo, este hecho remite al recuerdo del cabo Nestor Dezi, que con sus 19 años protagoniza una de las historias mas heroicas, que rodean las anécdotas del Crucero, al convertirse de rescatista en un naufrago mas, ante la inhumana acción inglesa de intentar impedir el salvamento. Lo que obligó a dejarlo a la deriva ante el terrible dilema, de asegurar la tripulación y los rescatados a cambio de dejar al marino convertido en un naufrago mas. (El naufrago 771 – Diario La Nación. Bs As.)
En homenaje a los caídos, que en su seno lo custodian y los por siempre tripulantes que permanecen unidos al buque,el recuerdo del Crucero, en este caso por su comandante, quien expresa “El General Belgrano fue tan noble en su muerte como había sido durante toda su vida. Fue escorando muy lentamente y comenzó a hundirse, mostrando las heridas abiertas en su casco, pero no arrastró ningún bote salvavidas.”

 
      


Fuentes:Pablo E. Baccaro patrocinante de familiares de caídos en el hundimiento del crucero General Belgrano.
Declaraciones del Capitán de Navío Héctor Bonzo (1983 – 2007) Diario Clarin Buenos Aires 2007
Jorge Fernández Díaz - Diario La Nación Buenos Aires



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